Michelangelo Buonarroti, fue un gran pintor y escultor de los años del Renacimiento, mayormente conocido en el mundo como Miguel Ángel. Nacido el 6 de marzo de 1475 con la gran virtud de ser artista desde temprana edad. A sus 24 años, hizo una de sus primeras obras famosas, está siendo La Piedad hecha completamente en mármol. Un dato curioso sobre ella es que esta fue la única obra firmada por él. Esta pieza recibe muchos visitantes por día, a esto se le añade que Miguel Ángel es más famoso desde su muerte.
Hay que recalcar que luego de la muerte de un famoso pintor, su fama suele elevarse. Esto se puede deber a que al ya no estar vivo, su trabajo frecuenta ser estudiado y más apreciado, porque ya no hay nadie que haga exactamente lo que hizo él en su momento. Ya mencionando quién es Miguel Ángel y lo grandioso que es en sus obras, hablemos más sobre la arquitectura de la cual este fue partícipe. Primero que nada, este solía crear un orden en todas sus obras. Un ejemplo de esto puede ser la Plaza del Capitolio en Roma, hecha por él mismo; esto siendo el resultado de una arquitectura Neoclásica. Miguel Ángel buscó el orden dentro de esta plaza, organizó la arquitectura de una manera en que creará alguna relación con sus edificios que la rodeaban. Hay que recalcar que dentro de ella, el arquitecto decidió colocar una estatua en un pedestal; esto es un acto que se veía en sus obras de artes plásticas también.
Otra de sus grandes aportaciones fue el vestíbulo de la Biblioteca Laurenziana. Encargada por la familia Medici, esta obra tiene mucha profundidad en cuanto al nivel de detalle utilizado para crear un cierto efecto en el espectador. Cuando primero entras en el vestíbulo, se percibe un espacio cuadrado con grandes alturas el cual se presenta como una escultura. Las paredes están ornamentadas con elementos arquitectónicos que crean una réplica de una fachada exterior; incluyendo entradas de luz, volutas y columnas que parecieran cargar todo el peso. En el centro se encuentra una escalera que conduce a la biblioteca. Dicha escalera ocupa casi dos tercios del vestíbulo debido a la forma en la que está diseñada; con dos tramos iniciales en cada lado que se conectan en el centro para finalmente subir el último tramo que nos lleva a la sala de la biblioteca. Esto con el propósito de incitar a ser utilizada por el espectador y crear un sentimiento diferente al momento de emplearla.
Las obras de Miguel Ángel trascienden no solo por su maestría en la pintura y la escultura, sino también por sus contribuciones significativas en el ámbito arquitectónico. Su legado perdura a través de obras como la Plaza del Capitolio en Roma o la Biblioteca Laurenziana, donde demostró su habilidad para organizar el espacio y crear un orden que perdura en el tiempo. Además, su participación en dichos proyectos muestra su profundo compromiso con el detalle y la creación de ambientes que impactan a quienes los experimentan. La importancia que Miguel Angel ha tenido después de su muerte se debe a la atemporalidad y la universalidad de su genio artístico, que sigue siendo estudiado, admirado y apreciado en todo el mundo. Su capacidad para fusionar la belleza estética con la funcionalidad arquitectónica continúa inspirando a futuras generaciones. Miguel Ángel, sin duda, dejó una marca permanente en la historia del arte y la arquitectura.
Mel Fuentes y Alexandra Davis
Noviembre 2023
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